El sábado por la tarde los productores de The Walking Dead anunciaban en la Comic-Con de Nueva York el regreso de uno de sus personajes icónicos, el granjero Hershel Greene, para despedir al protagonista Andrew Lincoln en la novena temporada. Solo horas después moría a los 76 años Scott Wilson, actor que lo interpretaba, tras una leucemia. El papel que ha hecho conocido para una nueva generación a este intérprete con 50 años de experiencia, y oriundo de Atlanta donde se rueda la serie de zombis, será su último trabajo tras una vida dedicada a meterse en la piel y a dar alma a ese clásico estadounidense de la América profunda, de mirada siempre lastimosa.
Scott Wilson (Atlanta, 1942) fue un secundario muy activo tanto en televisión como en cine durante su larga carrera, aunque sus primeros años no fueron tan ideales. Abandonó sus estudios universitarios a principios de los sesenta para seguir su sueño de ser actor y viajar haciendo autoestop desde Georgia hasta Los Ángeles. En California llegaron cinco años de quiebra seguidos de un debut en 1967 en dos de las películas más relevantes del año. Fue el sospechoso de asesinato Harvey Oberst en la ganadora del Oscar En el calor de la noche (Norman Jewison) y el asesino y pederasta, que encandiló en la vida real a Truman Capote, Dick Hickock, a quien se parecía físicamente, en A sangre fría (Richard Brooks). \”Todos los actores querían los papeles, desde Paul Newman a Steve McQueen, pero Brooks contrató a desconocidos porque quería mantenerlo así. Fuimos tratados como verdaderos asesinos que se tenían que librar\”, recordaba Wilson en una entrevista de 1996 a Los Angeles Times. Esos dos papeles le harían ser la opción perfecta para interpretar al afligido asesino del protagonista en El gran Gatsby (Jack Clayton, 1974).
\”Scott siempre será recordado como un gran actor y nos sentimos afortunados de haberlo conocido como una persona todavía mejor\”, dice el comunicado de la cadena AMC, productora de The Walking Dead: \”Su personaje fue el centro emocional de la serie\”. Aunque fueron series como The Walking Dead, CSI y The OA lo que le hicieron famoso en sus últimas décadas, Wilson tiene en su currículo películas tan relevantes como La fortaleza (Sydney Pollack, 1969), Los temerarios del aire (John Frankenheimer, 1969), La banda de los Grissom (1971, Robert Aldrich), Pena de muerte (Tim Robbins, 1995), Elegidos para la gloria (Philip Kaufman, 1983), Río abajo(José Luis Borau, 1984), Monster (Patty Jenkins, 2003), Pearl Harbor, Juez Dredd, El último samurai, La teniente O\’Neil y, su último filme, Hostiles. Curiosamente, antes de volver a Atlanta a luchar con zombis, el actor volvió a dar voz a Hershel (que estuvo en la serie desde 2010 a 204) de nuevo en un episodio especial de la parodia Robot Chicken.
En su carrera en pantalla fue soldado, piloto, capellán e innumerables sheriffs, aunque siempre pasó de tapadillo, salvo cuando en 1981 lo nominaron al Globo de Oro por su secundario en La novena configuración, debut como director de William Peter Blatty, que lo convirtió en su actor fetiche para las olvidadas secuelas de El exorcista. En su vida real, sin embargo, quiso dejar marca. Así, uno de sus trabajos más relevantes fue su labor en el sindicato de actores SAG. Wilson era, al fin y al cabo, ese clásico actor de actores. Hasta su último día.
The first time I met Scott Wilson, he gave me a big hug and said that this thing I had become apart of… was a family. He said I had a responsibility to take care of it. I have tried very hard to do that, sir. & I will continue. I promise. See you on the other side, my friend. pic.twitter.com/EhMm0dQbtx
— Khary Payton (@kharypayton) 7 de octubre de 2018
Scott Wilson será para muchos Hershel de #TheWalkingDead, pero es imposible olvidar su Dick Hickock de A sangre fría o su debut en \’En el calor de la noche\’ y \’El gran Gatsby\’. Ha muerto a los 76 tras una vida como ese estadounidense tradicional con alma pic.twitter.com/uuj63IP6TG
— Eneko Ruiz Jiménez (@enekoruizj) 7 de octubre de 2018